1903, se dice pronto pero han pasado 115 años desde entonces. En 1903 no se había producido aún ninguna de las dos Guerras Mundiales, el coche estaba aún en pañales, nadie en su sano juicio imaginaba lo que sería el ordenador y menos un smartphone.
Pues justo en esa fecha Eduardo León Jimenes funda LA AURORA en Guazumal, Santiago de los Caballeros (República Dominicana). Lo que comenzó como una pequeña fábrica de cigarros, hoy es ni más ni menos el mayor grupo empresarial de toda la República Dominicana, Grupo E. León Jimenes. Se estima su importancia para el país tropical en un 9% de su PIB, palabras mayores.
Con 115 años a sus espaldas, uno se ha ganado el derecho a hablar de tradición y sentar cátedra sobre ello, y he aquí que el tabaco de hoy es un gran ejemplo de tradición tabaquera: LA AURORA ADN Dominicano. La semana pasado ya os adelantamos un poco sobre este tabaco en la cena que disfrutamos con LA AURORA y MACALLAN, pero hoy entramos realmente al lío.
De la casa dominicana ya hemos fumado LA AURORA Petit Corona, LAAURORA 1495 Series Churchill, LA AURORA 107 Toro, LA AURORA 107 Maduro Robusto o GUILLERMO LEÓN Family Reserve Ambassador, donde os remitimos para conocer mejor a la marca, buenos tabacos pero ya os avisamos que nada tienen que ver con el cigarro de hoy.
Debemos partir de una base especial, LA AUORAR ADN Dominicano cuenta con tabaco Andullo en su tripa, un tabaco que emplea el proceso artesanal tabaquero más antiguo de República Dominicana. ¿Qué es el tabaco Andullo? Ya os lo contamos en la reseña de la cena. Se trata del proceso artesanal propio que marca la tradición tabaquera de la isla, de ahí que el cigarro se llame ADN Dominicano. La técnica del Andullo, que viene a durar un año, comienza con la recolección de sólo tabaco ligero y visus (será un tabaco fuerte por lo tanto), curado en sartas de tres metros durante sólo dos semanas (así se mantiene flexible el tabaco) para luego despalillarse de cara al proceso ‘importante’; el atado en yaguas: El tabaco se coloca en yaguas (hojas de Palma Real) de unos 2 metros que se enrollarán y apretarán con cuerdas, proceso, el de la ‘apretada’, que se repite hasta 5 veces para revisar humedad y temperatura del tabaco de cara a un correcto secado. Tras el atado llega el añejamiento, donde el tabaco termina de secarse y asentarse, dando lugar a una pasta que se puede emplear (en función de la cantidad que se corte) para tabaco de mascar, pipa o cigarros.
Pero, ¿cómo es este LA AURORA ADN Dominicano? De las cuatro vitolas que se producen, Churchill, Gran Toro, Toro y Robusto, a España sólo llegan Gran Toro y Robusto. El tabaco cuenta con una capa madura aceitosa con venas a la vista y algún bache, un aroma en frío marcadamente dulzón a melaza y tabaco, que lo hacen apetecible ya desde que te lo llevas a la nariz. La anilla, de un tamaño y diseño llamativo y moderno (que incluye los colores de la bandera dominicana y, por supuesto, el león que representa a la familia), hacen que llame la atención en las cavas y en la mano. En cuanto a cantidad de tabaco, va bien servido sin tirar la casa por la ventana.
El corte y encendido no dan problema, llegando a nuestra boca unas primeras caladas secas, especiadas y herbáceas bastante potentes, que rápidamente bajan de intensidad para presentarnos un primer tercio especiado (pimienta) a la par que dulce, con toques a cacao amargo, madera seca (roble) y puntas de cuero y frutos secos (nueces). Sabores ligeros que se equilibran muy bien en la mezcla.
El tabaco engaña hasta cierto sentido en cuanto a su fortaleza. Se trata de un cigarro de fortaleza alta, construido sólo con tabaco visus y ligero, que no lo aparenta por su excelente fermentación y por su base dulzona y afrutada en muchos momentos. Cuidado amigos, pega fuerte si se fuma rápido y sin cuidado.
El segundo tercio vira al caer las especias en cierta medida, sigue seco pero son el café y puntas de sal quienes aparecen bajo la base dulzona, que también ha decaído, con la madera y el cuero liderando ahora nuestra fumada. El tiro es realmente bueno, la cantidad de tabaco en boca es perfecta y no nos encontramos con sorpresas desagradables de amoniaco o excesiva nicotina gracias a una construcción excepcional.
La fumada sigue y, para nuestra tristeza, llegamos al último tercio. La pimienta desaparece prácticamente por completo, la melaza se dispara y frutas (higos), frutos secos y cuero acompañan un tercio muy dulzón. Rico, rico. ¡No queremos que termine!
La ceniza es buena, compacta, gris y con rodales, pero es el humo quién realmente destaca. Es abundante, blanco y denso, lo que nos lleva a encontrarnos con necesitar de un sitio bien ventilado sino queremos que nuestra reunión de amigos acabe pareciendo Londres en un día de densa niebla.
Gran tabaco este LA AUORAR ADN Dominicano Gran Toro, equilibrado, sabroso, distinto… Grata sorpresa y excelente trabajo el de la casa dominicana. Su fortaleza alta, sus sabores que van desde las especias a los dulces, hacen de este cigarro un tabacazo para tener siempre en el humidor. Y si encima el precio es de sólo 5,50 euros, ¡estás loco si no lo pruebas!
Características:
- Vitola: Gran Toro (6×58)
- Origen: República Dominicana
- Precio: 5,50€
- Tiempo de fumada: 70-90 minutos
- Capa: Habana 2000 (RepúblicaDominicana)
- Capote: Camerún
- Tripa: Piloto Cubano (República Dominicana), Corojo (República Dominicana), Andullo (República Dominicana), Pensilvania (Estados Unidos) y Criollo 98 (Nicaragua)
Valoración del club:
- Tiro: 8,5/10
- Prensado: 9/10
- Sabor primer tercio: 8,5/10
- Sabor segundo tercio: 8,5/10
- Sabor tercer tercio: 8,5/10
- Ceniza: 8/10
- Humo: 9/10
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