CAO es una de las casas de tabaco que más nos gusta por una simple y llana razón, hacen cosas distintas, se la juegan, son innovadores.
Que el tabaco sea un arte centenario no debe implicar quedarse continuamente en el pasado, no evolucionar, ocupar siempre el mismo lugar. Y CAO, desde que llegase al mercado en 1995 de la mano de Cano A. Ozgener (que venía de fabricar pipas desde finales de los años 70), es algo que ha tenido claro; si no puedo competir por tradición, competiré por innovación.
Y tras varios tabacos catados (os dejamos las reseñas al final del artículo), nuevamente nos encontramos con ese ADN transgresor en el tabaco de hoy, CAO Session Garage. No se trata de un tabaco cualquiera, sino la vuelta a República Dominicana tras 10 años fabricando en Nicaragua (General Cigars cuenta con fábricas en República Dominicana, Nicaragua y Honduras).
‘Sesion Garage’, que nombre tan raro… Pues es una referencia a su origen, a esas charlas (sesiones) de Rick Rodríguez, Master Blend de CAO, con sus vecinos en su garaje de Tampa cuando preparaba distintas ligas, según él, uno de los mejores recuerdos que tiene.
Lo primero que destaca de él al verlo en las Cavas es la anilla moderna y muy llamativa con la que se nos presenta, con un bonito color ocre brillante y las grandes letras en blanco. Todo ello sobre una muy bonita aceitosa capa madura, negra como un grillo, con marcados baches y venas. El tabaco entra por los ojos.
Al llevarlo a nariz encontramos un marcado aroma en frío a caco, pimienta y caramelo de café. Tras el encendido nos llegan unas primeras caladas que son todo especias (chile), que alguna lágrima hace escapar a más de uno, un saludo de los potentes.
El primer tercio se muestras especiado, con toques dulces/salados de toffee, torrefactos y amargos de café y puntas de cuero y tierra. Empieza potente, pero según avanza el tercio se va tranquilizando en cierta medida. No es un tercio fácil ni para cualquier fumador.
La combustión se muestra algo desigual durante la fumada, aunque en ningún caso hay que corregir el cigarro y rápidamente se autonivela el mismo. El retrogusto, de esos que perduran muuuucho rato, es terroso y mineral, con marcadas puntas especiadas. El retronsal, bastante balsámico, es menos potente de lo que cabría esperar y nos da muestras de un cigarro de fortaleza media a media/alta.
En el segundo tercio bajan claramente las especias, quedando un tercio principalmente terroso, con claras notas de cacao y cuero y ligeros toques dulces de fondo. Seguramente el tercio más redondo y fácil del cigarro.
Ya en el último tercio volvemos a encontrarnos con un nuevo giro, donde se disparan los amargos torrefactos del café, vuelven las especias mientras se mantiene el cuero, y aparecen ligeras puntas cítricas.
El humo es blanco y muy abundante, con una densidad correcta y cierto aroma. Por su parte la ceniza es gris clara, con poquísimo rodal, y buen aguante, salvo un par de casos que se les descascarilló sobre la ropa (y odiamos mancharnos la ropa de ceniza).
¿Cómo resumimos este CAO Session Garage? Pues tenemos la sensación de ser un tabaco muy ‘americano’, de esos con sabores especiados y amargos marcados, más de extremos que de equilibrio, en especial un primer tercio que hace que la experiencia comience no todo lo bien que gustaría. Un tabaco digno y bien construido y presentado, pero quizá su público no sea especialmente el fumador europeo.
Características:
- Vitola: Robusto (5-1/4×55)
- Origen: República Dominicana
- Precio: 7,20€
- Tiempo de fumada: 50-80 minutos.
- Capa: Connecticut Broadleaf (Estados Unidos)
- Capote: República Dominicana
- Tripa: Nicaragua, República Dominicana
Valoración del club:
- Tiro: 8/10
- Prensado: 8/10
- Sabor primer tercio: 8/10
- Sabor segundo tercio: 8/10
- Sabor tercer tercio: 8/10
- Ceniza: 8/10
- Humo: 8/10
Opinión general: 7,9/10
Para conocer más sobre CAO y sus tabacos os remitimos a las reseñas:
Pura casualidad, estoy fumadolo y he entrado en el blog,.,
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