Hoy toca… GURKHA Cellar Reserve 18 (8,5/10)

Hacía mucho que en MOMENTO HUMO no reseñábamos un GURKHA, y es que hay que reconocer que pese a que sus tabacos nos parecen una maravilla, últimamente no han sido los más fáciles de encontrar en las cavas de nuestro país, pero parece que estamos de suerte y podremos encontrarlos de nuevo.

Concretamente el último tabaco de esta casa que reseñamos fue hace casi dos años y medio, así que no es de extrañar que hayamos cogido este GURKHA Cellar Reserve Edición Especial 18 Years Solara, con muchas ganas, y no nos ha decepcionado.

Es cierto que GURKHA hace una apuesta por la excelencia, ya lo comentamos en nuestra entrada de la cena que tuvimos el placer de compartir con ellos, y en la que también pudimos fumar este cigarro, en su versión Hedonism en lugar de Solara, en la que nos centramos hoy, pero que comparten la misma liga.

GURKHA, que presume de que sus tabacos son ‘El rolls royce de los cigarros’, empezó como tantas otras grandes empresas, con una apuesta arriesgada, cuando su fundador Kaizad Hansotia compró una pequeña tienda de tabacos y todo su contenido a un tabaquero Nepalí, allá por el año 1989.

A partir de ahí empezó una andadura espectacular, donde GURKHA busca siempre los mejores tabacos de cada procedencia, para añejarlos durante largos periodos; y ponerlos en manos de los mejores expertos tabaqueros, no hay que olvidar que este tabaco está fabricado por Abe Flores, del que somos grandes admiradores.

Todo eso es lo que le confiere a esta marca su indudable estilo y aunque pueda parecer que sus tabacos tienen un precio elevado, en este caso consideramos que está plenamente justificado.

La presentación es muy buena, nos encontramos ante un doble figurado, perfectamente acabado, con una preciosa anilla con letras doradas en relieve y un color que se confunde con la propia capa del tabaco, que es colorado maduro, aceitosa, suave con poca vena y terminada en rabo de cochino.

En frio presenta aromas dulzones, a madera y miel, con un toque final de canela, la verdad es que el aroma engancha, así que nos disponemos a iniciar la fumada.

Las primeras caladas tras encenderlo son muy suaves, con esos toques de madera dulce que se intuían en frío, y algo de tierra. Un dato importante es como inicia la combustión, este tabaco, pese al doble figurado prende perfectamente y avanza de forma muy regular, lo que pone de manifiesto una muy buena construcción.

El primer tercio es terroso, con especias (principalmente pimienta) pero también presenta una punta amarga, como de almendra cruda, toques minerales o alcalinos, y algunas notas de mandarina y cuero nuevo.

No es un tabaco ligero, tiene fortaleza, pero tampoco es exagerado, la ceniza es gris clara con poco rodal y mucho aguante, le cuesta caer y desprende un humo denso, blanco y muy abundante.

El segundo tercio mantiene la tierra y las especias, también se mantienen los frutos secos aunque quizás sin ese punto amargo, que ahora nos lleva más a un café verde, pero también tiene toques dulces y minerales, que unidos al café nos hacen pensar en toffee

En el último tercio suben las notas alcalinas, se mantiene la tierra como hilo conductor de la fumada, y aparecen puntas cítricas, muy ligadas al café, pero que ya no es tan dulce y si especiado.

Para el maridaje en esta ocasión nos vamos a ir al whisky sin dudarlo, esas notas terrosas, cafeteras, combinan genial y va a ser una gran combinación.

En resumen, este GURKHA Cellar Reserve 18 no defrauda, es un tabaco que vale lo que cuesta, que nos ha proporcionado una fumada muy agradable, con una tremenda evolución, y con un estándar de calidad muy alto. Definitivamente si no lo habéis fumado, este es uno de esos tabacos que no os podéis perder.