Hace un tiempo ya os contamos parte de la historia de DAVIDOFF y su fundador, Zino Davidoff, en la cata del DAVIDOFF Nicaragua Short Corona y nos quedamos 1969 pendiente de contaros su cambio de propietarios, la salida de Cuba y posteriores acontecimientos así que aquí retomaremos la historia.
En 1970, tan sólo un año después de salir al mercado los primeros DAVIDOFF, Zino abandona la dirección de la marca y pasa a ser la familia Schneider, propietaria de la marca bajo la empresa Oettinger Imex. Con ello comienzan importantes cambios: apertura de tiendas, restaurantes exclusivos, aparejos para el cigarro…
A principios de los 80 del pasado siglo Davidoff y Cubatabaco (empresa estatal cubana que aglutinaba todas las empresas tabaqueras) entraron en disputa y en 1990 Oettinger, propietario de la marca, decide abandonar Cuba definitivamente y no volver a producir ni un solo cigarro habano, llevándose la casa y marca a República Dominicana (exactamente a Santiago). Tan sólo cuatro años después muere Zino.
Cómo cualquier aficionado a los cigarros se imaginará, los DAVIDOFF dominicanos no tienen nada que ver con los habanos: son más suaves y accesibles.
En el caso que nos ocupa hoy vamos a fumar uno de sus cigarros de la serie Mille, cigarros de gran éxito en los 70 y que dentro de sus seis gamas dominicanas (Aniversario, Classic, Mille, Millennium, Grand Cru y Special) se situarían en la zona media dentro de las distintas fortalezas.
Con el color claro característico de los DAVIDOFF dominicanos (que los hace reconocibles incluso sin anilla), el cigarro presenta una bonita capa suave y casi sin nervadura visible. Con una terminación cuasiperfecta, es un cigarro de cepo fino que se nos queda un poco ‘corto’ en la fumada.
Pese a contar un con prensado excelente, que luego se ve recompensado en un tiro perfecto, se nota cierta ‘carencia’ de cantidad de tabaco. Echamos en falta que lleguen al nivel de sus hermanos nicaragüenses.
Este DAVIDOFF Mille 2000 comienza dulzón, con retrogusto largo a regaliza , madrea (cedro) y algo de heno. Cremoso y muy untuoso en boca, cuenta con un muy ligero toque picante en sus primeras caladas. Se trata de un cigarro suave, con mayor fortaleza en nariz que en boca.
Como ya hemos adelantado, el tiro es perfecto así como la combustión, lo que nos lleva a una gran ceniza blanca. El humo es denso pero liger0 (desaparece rápido), muy blanco y aromático es una de las características de los DAVIDOFF dominicanos; no molesta a quién te rodea.
En su segundo tercio el cigarro se mantiene amaderado y cremoso, desparecen poco a poco el dulzor y el retrogusto gana en fortaleza unido a la aparición de leves matices de canela. En su último tercio van surgiendo ligeros toques picantes, sin abandonar la madera, y terrosos.
Los DAVIDOFF dominicanos, y en especial este Mille 2000, son los cigarros perfectos para principiantes (sino fuese por su alto precio) y apasionados. Puros suaves pero complejos en matices son siempre una excelente elección.
Características:
- Vitola: Corona (5×43)
- Origen: República Dominicana
- Precio: 9,30 euros
- Tiempo de fumada: 30-45 minutos
- Capa: Connecticut Ecuador
- Capote: República Dominicana
- Tripa: República Dominicana
Valoración del club:
- Tiro: 9,5/10
- Prensado: 9/10
- Sabor primer tercio: 8/10
- Sabor segundo tercio: 8/10
- Sabor tercer tercio: 8,5/10
- Ceniza: 8,5/10
- Humo: 8,5/10
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