Internet se hallaba todavía en pañales; por no decir que en incubadora, cuando en un ya lejano 1993 apareció en nuestras vidas uno de los primeros vídeos que pudimos considerar «viral». A pesar del tiempo transcurrido, ha ido saltando de generación en generación y sigue pululando entre chascarrillos y jerigonzas. Al pobre José Tojeiro le «trampearon» el Cola-cao con la intención de robar; él no era de dormir mucho, claro.
De todas formas, no se apuren. En el tabaco puro no hay ni alquimias ni añadidos varios. Trabajo, dedicación, tiempo y nada de «secreficios o excesos». Cada capa cuenta una historia; narrada por manos expertas, que convierten un simple puñado de hojas en una experiencia sensorial única.
Centrados ya en temas más tabaqueros, se enreda en nuestros dedos un robusto largo, de capa oscura como la noche y anilla negra y dorada. Han tenido el detalle de, acompañando al diseño sobrio empero elegante, añadir la información sobre su tripa, capa y capote, lo que siempre es de agradecer.
En frío detectamos aromas a regaliz y cacao, y cierta salinidad en boca, junto con toques cítricos y balsámicos.
Prendemos el cigarro y ya de inicio nos sorprende. Nos atrevemos a afirmar que el primer tercio podría incluso dividirse en dos, con una clara evolución pasada su primera mitad. Caladas secas, astringentes y picantes, con toques de nuez y cuero que cambian bruscamente hacia el dulce, la bollería, toffe y almendras garrapiñadas.
El tabaco nos entrega una más que generosa cantidad de humo blanco, aunque su ceniza, gris y quebradiza, nos obliga a retirarlo con demasiada frecuencia. No deja de ser un tema menor, pero cuando tienes entre los dedos tabaco premium, uno espera un yo qué sé, que qué sé yo, que yo qué sé. Un todo en su conjunto, para que nos entiendan.
El segundo tercio se presenta equilibrado, manteniendo una línea de sabores más estanca. Regaliz, café con leche y hojaldre para otorgarle un perfil más cremoso al tabaco, lo que le hace ganar enteros. Tras un inicio algo convulso, este es quizás el tercio que más se disfruta.
El grosor de su capa – recordemos que la hoja habita en pisos foliares cercanos al ático – no permite una quemada homogénea, si bien no supone mayor problema. Alguna pequeña corrección de rumbo a punta de mechero y a seguir fumando.
El último tercio no presenta grandes cambios, al margen de oscurecer los sabores y aumentar ligeramente una fortaleza que transita entre media y media/alta. Como siempre decimos: si con el tabaco no llegas a meta, dale un buen corte, que no suba a la chepa.
CAO Medio Tiempo Robusto es un tabaco potente, de sabores intensos y marcados y una complejidad que sorprende pese a su precio. Cumple con lo que otorga; sin embargo no otorga lo que se le pide. Probablemente no sea el CAO que más vaya a sorprender; santo y seña de la marca, y uno pueda sentirse un poco «dolido» por ello. Prometía Cola-Cao y quizás, sólo por esta vez, se quedó en Nesquik.
Características:
- Vitola: Robusto largo (127×56)
- Origen: Estados Unidos de América
- Precio: 8,90 euros
- Tiempo de fumada: 80 minutos
- Capa: USA
- Capote: Rep. Dominicana
- Tripa: Rep. Dominicana y Nicaragua
Valoración del club:
- Tiro: 7/10
- Prensado: 7/10
- Sabor primer tercio: 6,5/10
- Sabor segundo tercio: 7/10
- Sabor tercer tercio: 7/10
- Ceniza: 6,5/10
- Humo: 8/10
Opinión general: 7/10
Para conocer más sobre CAO y sus tabacos os remitimos a las reseñas:
CLUB MOMENTO HUMO 
Cómo disfruto los cigarros CAO UMMM
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