Hoy toca… K BY KAREN BERGER Salomón Connecticut (8,3/10)

Recientemente ha llegado a España los tabacos de Karen Berger, the ‘Cigar Queen’, donde pudimos asistir al evento que organizó su distribuidor en España, La Casa del Tabaco. Un evento donde disfrutamos de dos de sus cigarros, K BY KAREN BERGER Robusto Connecticut y K BY KAREN BERGER Salomón Connecticut pero que no permite centrarse realmente en el tabaco y valorarlo como tal. Así que nos hemos acercado a una cava, esta vez a la Cava de Magallanes, para hacernos con unos cuantos Salomón (ya en el evento nos pareció el más sabroso de los dos cigarros) y darle candela.

Lo primero de todo, ¿quién es Karen Berger y de dónde vienen su tabacos? Karen es la propietaria de DON KIKI CIGARS (Estelí Cigar Factory SA), empresa que fundó Don Kiki Berger (el fallecido marido de Karen, uno gran maestro torcedor cubano) a principios de los 90 en Estelí, Nicaragua. DON KIKI CIGARS no sólo fabrica cigarros, sino que participa en todo el proceso que implica el tabaco; desde cultivar y producir su propio tabaco a vender directamente sus puros en su tienda de Miami (EEUU). Mujer fuerte, Karen apostó por continuar con el legado de Don Kiki, no sólo con las marcas que ya tenía la empresa sino creando sus propios tabacos, como el caso con el que estamos hoy.

Al lio, ¿cómo es este K BY KAREN BEGER Salomón Connecticut? Es un bonito cigarro ya desde el formato elegido, distinto a los ya habituales, un figurado prensado perfectamente torcido. Cuenta con una capa color colorado algo aceitosa, sin baches y con venas a la vista, con un tacto suave y justo de peso (ni mucho ni poco). Presenta un aroma en frio herbáceo muy marcado, a heno y tabaco fresco.

Encendemos el tabaco y encontramos unas primeras caladas con una ligera punta picante, pero dura sólo unos segundos. El primer tercio es herbáceo (té), tostado (cacao), amaderado (cedro), dulzón y cremoso, muy tranquilo. Nos sorprende ya que nos encontramos con un cigarro ‘poco nicaragüense’, que suelen ser tabacos especiados y con más cuerpo, de una fortaleza media y muy sosegado en boca y retrogusto (dulzón).

El humo es muy abundante, muy blanco y bonito, pero quizá algo ligero; con más densidad sería de sobresaliente. Por su parte la ceniza sí que está a nivel superlativo: de color gris oscuro y rodales marcados, es muy compacta y aguanta como una jabata lo que le pidas. Dado que es un salomón, y la ceniza de los figurados aguantas peor, chapó en este punto.

El segundo tercio se nos presenta tostado, dulzón y con puntas de cuero, frutos y café con leche bajo el cedro y el cacao. Es aún más cremoso y el retrogusto tiene una punta de tofe. Cómo ya lo habíamos fumado antes y sabíamos de su fortaleza y dulzor, nos decantamos por té y vinos tinto afrutado para acompañarlo, lo que fue un acierto; cuidado con elegir bebidas contundentes porque os podría ‘matar’ el tabaco.

Llega el final y nos encontramos con un último tercio con algo más de cuerpo, menos cremoso y con alguna punta amarga (que se agradece) y especiada que gana terreno junto con la parte tostada (cacao y café). Buen cambio que supone un ligero viraje en este viaje que un tabaco. Punto a destacar es la perfecta combustión del cigarro al completo, muy buen trabajo de los torcedores.

Con una liga muy distinta a lo que nos solemos encontrar en los tabacos nicaragüenses, este K BY KAREN BEGER Salomón Connecticut es una grata sorpresa. Perfecto para media mañana o media tarde, se trata de un cigarro tostado, cremoso y dulzón que es accesible a cualquier tipo de fumador.

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Características:

• Vitola: Salomón (7×52)
• Origen: Nicaragua
• Precio: 8€
• Tiempo de fumada: 60-75 minutos
• Capa: Estelí (Nicaragua)
• Capote: Estelí (Nicaragua)
• Tripa: Estelí (Nicaragua)

Valoración del club:

• Tiro: 8,5/10
• Prensado: 8/10
• Sabor primer tercio: 8/10
• Sabor segundo tercio: 8,5/10
• Sabor tercer tercio: 8/10
• Ceniza: 9/10
• Humo: 8/10

Opinión general: 8,3/10

No todas las compañías cuentan con un video de presentación, así que aprovechando que ESTELÍ CIGAR FACTORY si cuenta con él, aquí os lo dejamos.