«Señora, a mí me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca» -Groucho Marx-

Bigote y puro. No habría que decir nada más para saber de quien hablamos.

Uno de los grandes comediantes del siglo XX, Groucho Marx, nació dentro de una familia judía de los barrios bajos de New York como Julius Henry Marx. Su padre, el “peor sastre de New York” (según las memorias de Groucho), propenso a las ideas disparatadas, y su madre, que provenía de una familia de comediantes, fue la impulsora de que sus hijos se subiesen a los escenarios.

No os vamos a contar aquí ni su vida, ni sus películas, harto conocidas por todos los que somos amantes del cine en blanco y negro. Os vamos a relatar perlas de su vida.

Se llamaba Julius, porque sus padres le pusieron ese nombre esperando heredar así la ‘fortuna’ de su tío Julius, el cual realmente era más pobre que ellos, pero lo disimulaba muy bien.

Empezó fumando puros porque cuando subían a los escenarios él no sabía tocar ningún instrumento, y mientras sus hermanos tocaban él tenía que hacer algo con las manos, y tocaba el puro. Curiosa manera de empezar en este mundo. Otra cosa es que sus primeros puros fuesen explosivos.

La figura escénica con bigote fue a raíz de basar sus números cómicos en los estereotipos étnicos, Chico hacía de italiano, y Groucho de alemán, pero durante la I Guerra Mundial, no hacían tanta gracia los chistes de alemanes, con lo que el estereotipo pasó a ser el de la clase alta neoyorquina, de ahí que llevase esmoquin y la mano a la espalda.

A los 83 años en una entrevista con Bill Crosby se ‘enfadó’ con éste por fumar mejores puros que él, calificó a Crosby como peor comediante que Nixon y tras la entrevista le robó media docena de puros.
Como muchos otros grandes cómicos del siglo XX, tenía un carácter difícil, una tacañería superlativa e hipocondríaco hasta las cejas. No es de extrañar que fuese una de las primeras personas en elogiar a otro gran cómico, Woddy Allen, tan parecido a él.

La cita que os traemos hoy es extraída de su programa “You Bet Your Life”, siendo su momento más popular (y polémico) pues tuvo lugar cuando Groucho conversaba con una mujer que había sido madre de 11 hijos. Cuando ella le dijo “Quiero mucho a mi marido”, Groucho replicó: “Señora, a mí me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca”.

PD: en sus últimos años de vida se hizo muy amigo de los integrantes del grupo Queen, a los que agradeció enormemente haber titulado a dos de sus discos «A Night at the Opera» y «A Day at the Races». Para los que somos fans de Queen esto no podía pasar desapercibido.