Es verdad que los tabacos se han relacionado equivocadamente con un mundo exclusivamente masculino, pero también es verdad que han existido y existen grandes fumadoras que no ocultan su pasión e incluso la celebran en público.
A comienzos del siglo XIX, es un mundo eminentemente machista, la escritora Amandine Aurore Lucile Dupin (la mujer tras el pseudónimo de George Sand) siempre fue contra corriente. Tras abandonar a su marido, decidió apostar por la vestimenta masculina y así poder moverse libremente por París, accediendo a aquellos lugares vetados para una mujer.
Mujeres como Amandine rompieron tabúes en el mundo del tabaco, disfrutando de su pasión sin importarle el qué dirán. ¡Bravo por las mujeres valientes!
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