Empecemos por aquí, ¿cuál es, para tí, la marca de endendedores de cigarros puros por excelencia? Tic, tac, tic, tac, y antes de que termines de leer esta frase estamos seguros de lo que te has respondido: Dupont.
En efecto, tuvimos el privilegio de asistir la semana pasada a la comida con la prensa de S.T. Dupont, una de las marcas de accesorios emblemáticas de mundo del cigarro. Aunque es mucho más que un fabricante de encendedores, quizás sea éste el producto que más lo representa, por ser ese pequeño tesoro que, en muchas familias, ha pasado de mano en mano generación tras generación.
Queremos dar las gracias a nuestro amigo y Director General para España de S.T. Dupont, Alfonso González, por la invitación. No sólo ejerció de perfecto anfitrión sino que, además, nos explicó de primera mano la inspiración y diseño de sus productos, así como muchas anécdotas y curiosidades que amenizaron la comida.
También tuvimos la oportunidad de conocer a Michel Adé, Director Internacional de Ventas y Miembro del Consejo Ejecutivo, así como a parte del equipo de Dupont en España. Damos fe de que la clase y elegancia de la marca está muy bien representada en nuestro país.
Pudimos disfrutar durante más de dos horas de un menú exquisito mientras Michel y Alfonso nos comentaban el delicado proceso de fabricación y la exigencia en el acabado de sus productos. En el caso de los encendedores, las siete capas de oro o plata que se aplican al acabado, o el proceso de fabricación totalmente manual de sus bolsos o maletas de viaje. Nos enseñaron varios de sus modelos, y entre ellos hubo uno que nos llamó mucho la atención: el diseñado específicamente para Humphrey Bogart en 1947, y que más tarde se incorporó a su catálogo.
S.T. Dupont es una casa que no necesita presentación, pero que se inspira y tiene constante presencia en películas y eventos de primera clase: desde ser la estilográfica de James Bond o la de Carlsen y Karjakin durante sus partidas en la final del Campeonato del Mundo de Ajedrez a crear una línea especial dedicada a Star Wars, porque los soldados imperiales también tienen derecho a disfrutar y encenderse un cigarro con un Dupont.
En fin, dos horas que pasaron muy rápido y que nos sirvieron para valorar, si cabe más, la sofisticación y el lujo de unos productos que, sólo con tocarlos, se sabe que valen lo que cuestan.
Gracias Dupont por esta experiencia. ¡Nos vemos pronto!
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