«No podemos arrancar una sola página de nuestra vida«, decía George Sand.¡Demonios! pero si en este tabaco tenemos hasta una de más. A veces pretendemos rizar el rizo e irnos por los cerros de Úbeda cuando tenemos lo más evidente delante de nuestras narices. Una presentación tan original que ya lo hacían los antiguos mayas, y a su vez, tan llamativa que ha convertido a este puro en un éxito de ventas y seña de identidad de su marca.
Acompañadas por el propio Oscar Valladares, dueño y señor de la marca coronada con su nombre y del ya más que habitual por estos lares, Jaime de Juana, quien trae a nuestro pais algunas de las marcas más destacadas del Nuevo Mundo, nos disponemos a fumar este tabaco cuyo envoltorio y anilla destacan por su atrevimiento y a la vez clasicismo.





Aromas en frío cercanos al regaliz, fruta roja madura, heno y cierto frescor componen una primera sensación compleja que nos acompañará toda la fumada. Su oscurísima capa destaca sobre una anilla vegetal de colores apagados. Habría sido un error mayúsculo adornar este cigarro con una anilla más vistosa. En este caso, menos es más.
Prendemos el tabaco y los primeros sabores emergen, regalando chocolate, café con leche, toques terrosos y sobre todo, mucha cremosidad. Un picante muy suave que va creciendo según avanza el tercio y un paso por nariz muy suave que permite degustar la sinfonía de matices que se muestran.
La ceniza se desprende y el segundo tercio se abre paso. manteniendo el perfil cafetero. Si bien parece más un cortado, café solo diría alguno. Las especias aumentan, el chocolate va perdiendo dulzor y reaparece el regaliz que detectamos en frío. Pese al aumento en los amargos, el tabaco se mantiene contenido, sin llegar a saturar en ningún momento. Equilibra perfectamente la natural evolución de un cigarro con la contención de sabores más desagradables sin perder un ápice de intensidad.
Ya que muchos de ustedes se lo estarán preguntando, el propio Óscar nos comentó el origen del tan llamativo envoltorio. La planta de tabaco, como bien saben ustedes, se divide en diferentes pisos foliares, cada cual con sus respectivas características organolépticas, grosor, tamaño y uso. Para envolver el puro, se utiliza tabaco volado (parte baja de la planta que suele estar algo dañada por el quehacer del agricultor y la vida misma del especimen). Esta hoja se fermenta durante tres meses para quitar gran parte de la grasa que contiene y evitar que afecte al tabaco que abraza y, si se abre con cuidado, puede utilizarse como adorno o bonito recordatorio.
Prosigamos, que no Procigamos (disculpen el chiste, pero el evento de Procigar fue hace muy poco y no he podido evitarlo) con el tercer y por ende último tercio.
Como era de esperar, los amargos aumentan, si bien siguen domesticados. Tanto es así que un servidor, amigo de dar al tabaco un segundo corte cuando se carga, se fumó casi hasta la perilla, dejando el tabaco cuasi-inmaculado. Cercano al final, aparece ante nosotros el cuero y un toque a azucar quemado, manteniendo eso si, un perfil muy parejo al anterior tercio.
LEAF BY OSCAR Maduro Toro es un tabaco complejo y a la vez, fácil de fumar. Conjuga originalidad y tradición, con un diseño rompedor que bebe de los orígenes del propio producto y que otorga una fumada satisfactoria, la mar de agradable y para nada cargante, dejando al consumidor con ganas de encenderse otro. No le va a gustar nada de nada al bueno de George Sand vernos arrancar; en este caso no una página, pero si una hoja tras otra (la del envoltorio, claro).
Características:
- Vitola: Toro (6×52)
- Origen: Honduras
- Precio: 12,95 euros
- Tiempo de fumada: 90 minutos
- Capa: Jalapa Nicaragua
- Capote: Honduras
- Tripa: Honduras
Valoración del club:
- Tiro: 8/10
- Prensado: 8,5/10
- Sabor primer tercio: 8/10
- Sabor segundo tercio: 8/10
- Sabor tercer tercio: 8/10
- Ceniza: 7,5/10
- Humo: 8,5/10
Opinión general: 8,1/10






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